Linfoma en perros: Signos, diagnóstico y apoyo natural verificado por veterinarios

Dr. Iuliana Mihai, DVM, MSc, PhD
Authored by Iuliana Mihai, DVM, MSc, PhD
Dr. Mihai is an expert in internal medicine and oncology (cancer) with extensive experience in educating pet owners about diseases, treatment, and nutrition.
Suzie Cyrenne
Reviewed by a Certified Homeopath Suzie Cyrenne.
Suzie is the Co-Founder of Zumalka
, specializing in natural and holistic remedies for pets.
Linfoma en perros: cachorro de King Charles Spaniel en una mesa de exploración en la clínica veterinaria

El linfoma en perros es un cáncer maligno del sistema linfático que afecta a los glóbulos blancos llamados linfocitos. Generalmente es una enfermedad sistémica que afecta a múltiples ganglios linfáticos y órganos, incluyendo el bazo, el hígado y la médula ósea. Debido a su naturaleza diseminada, la quimioterapia, y no la cirugía, es el tratamiento estándar.

Sin embargo, en casos excepcionales donde el linfoma está localizado, como una masa única en el tracto intestinal, puede realizarse una cirugía para extirpar el tumor, especialmente si causa obstrucción o síntomas graves. Incluso en estos casos, la cirugía suele ir seguida de quimioterapia, ya que la enfermedad puede diseminarse por el cuerpo.

Si no se trata, el linfoma puede progresar rápidamente y resultar mortal, lo que contribuye a su alta tasa de mortalidad.

En este artículo, aprenderá qué es el linfoma, cuáles son sus signos clínicos, cuál es el diagnóstico y el tratamiento, cuáles son los factores de riesgo y mucho más.

¿Qué es el linfoma?

El linfoma en perros es un cáncer de los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco que participa en la función inmunitaria. Se produce cuando estas células sufren una transformación maligna y comienzan a dividirse sin control.

Este tipo de cáncer representa aproximadamente entre el 15 y el 20 % de todos los tumores malignos en perros, y afecta con mayor frecuencia a perros de mediana edad y mayores (de 6 a 12 años).

Los signos clínicos dependen de su tipo y localización. El tipo más común es El linfoma multicéntrico , que típicamente se presenta como una inflamación indolora de los ganglios linfáticos, a menudo sin otros síntomas en las etapas iniciales.

¿Cuáles son los tipos y subtipos de linfoma en perros?

Estos son los cuatro tipos clínicos principales de linfoma (también conocido como linfosarcoma):

1. Linfoma multicéntrico en perros

Como se mencionó anteriormente, este es el tipo más común de linfoma en perros, y se presenta en En el 80% de los casos , afecta a los ganglios linfáticos periféricos (por ejemplo, debajo de la mandíbula, detrás de las rodillas del perro, etc.). Los ganglios linfáticos afectados se vuelven firmes, agrandados e indoloros.

Aproximadamente entre el 60% y el 80% de los perros diagnosticados con linfoma multicéntrico no presentan signos clínicos, siendo asintomáticos, especialmente en la fase inicial de la enfermedad. El 20% al 40% restante puede presentar signos clínicos tales como:

  • Letargo
  • Pérdida del apetito
  • Fiebre
  • vómitos
  • Diarrea o, en ocasiones, heces con sangre (melena)
  • pérdida de peso

linfoma multicéntrico canino Puede que con el tiempo se extienda al bazo, al hígado o a la médula ósea.

2. Linfoma alimentario (gastrointestinal) en perros

Este tipo de linfoma en perros afecta al tracto digestivo (estómago e intestino) y a los ganglios linfáticos mediastínicos, siendo responsable de <10% de los casos .

En el caso de lesiones intestinales focales, los perros pueden presentar signos clínicos asociados con obstrucción parcial o completa de la luz intestinal, tales como:

  • vómitos
  • Constipación
  • Diarrea
  • Poco apetito
  • Dolor abdominal

La cirugía puede ser una opción para las masas intestinales localizadas.

Cuando el linfoma alimentario afecta al tracto gastrointestinal de forma difusa (es decir, infiltra grandes porciones del tracto gastrointestinal), puede provocar trastornos digestivos graves y debilitantes caracterizados por:

  • Anorexia
  • vómitos
  • Diarrea
  • Hipoproteinemia (niveles bajos de proteínas en sangre como resultado de la pérdida de proteínas a través de la pared intestinal afectada)
  • pérdida de peso

Todos estos síntomas son causados ​​por malabsorción y digestión ineficiente.

La mayoría de los linfomas intestinales caninos son de Origen de las células T.

3. Linfoma mediastínico

En medicina veterinaria, el linfoma mediastínico es raro en perros, lo que representa El 5% de los casos de linfoma . Afecta al Timo y/o ganglios linfáticos mediastínicos en el tórax. Los signos clínicos pueden incluir:

  • Dificultad para respirar (dificultad respiratoria)
  • Aumento de la sed (polidipsia) y aumento de la micción (poliuria)
  • Tos
  • Edema con fóvea en la cabeza, el cuello y las extremidades anteriores: un tipo de hinchazón que deja una hendidura visible al presionarla.

Aunque el linfoma mediastínico puede originarse tanto en linfocitos T como en linfocitos B, la forma primaria que se encuentra habitualmente es la de tipo linfocitos T.

4. Linfoma extranodal

El linfoma extranodal es el La forma más rara de linfoma en perros. Puede afectar a diversos tejidos fuera del sistema linfático típico, incluyendo:

  • Piel
  • Hígado
  • Ojos
  • glándulas mamarias
  • cavidad oral
  • Huesos
  • Corazón

Los síntomas del linfoma extranodal en perros varían según el órgano afectado.

Sin tratamiento, la mayoría de los perros con linfoma mueren a causa de la enfermedad en un plazo de 4 a 6 semanas.

Subtipos de linfoma (fenotipos)

Existen dos fenotipos principales: células B y células T.

Las células B producen anticuerpos para combatir las infecciones, mientras que las células T ayudan a regular la respuesta del sistema inmunitario y a destruir las células infectadas o cancerosas.

Aproximadamente el 75% de los perros con linfoma son diagnosticados con linfoma de células B, mientras que entre el 20 y el 25% tienen linfoma de células T.

Linfoma de células B:

La forma más común de linfoma canino, generalmente asociada con una mejor respuesta al tratamiento y una mayor supervivencia.

Los linfomas de células B son los más comunes en perros y suelen responder bien al tratamiento. Presentan marcadores específicos que ayudan a los veterinarios a identificarlos.

Linfoma de células T:

Un subtipo más agresivo de linfoma en perros, a menudo asociado a un peor pronóstico y tiempos de remisión más cortos. Ciertos Algunas razas , incluidas las de bóxer, golden retriever, pastor australiano y husky siberiano, se han asociado con mayor frecuencia al linfoma de células T.

Los linfomas de células T son menos comunes, pero suelen ser más agresivos y difíciles de tratar. Presentan marcadores específicos que ayudan a los veterinarios a identificarlos.

Saber si el linfoma es de células B o de células T ayuda a orientar el diagnóstico y el tratamiento, ya que cada tipo se comporta de manera diferente y requiere cuidados distintos.

Un pequeño porcentaje (alrededor del 2%) se clasifica como Linfoma de células nulas , lo que significa que los linfocitos cancerosos no expresan marcadores típicos de las células B ni de las células T. El caso clínico de un bulldog inglés describe una presentación poco común de linfoma extranodal de células nulas con afectación del miocardio. El perro presentó signos de insuficiencia cardíaca derecha y la ecocardiografía reveló derrame pericárdico, engrosamiento de las paredes libres de los ventrículos derecho e izquierdo y del tabique interventricular.

¿Cuáles son las causas del linfoma en perros?

Linfoma en perros - Un rottweiler durmiendo en un sillón en la sala de estar

Se desconocen las causas del linfoma en perros. Sin embargo, los expertos creen que varios factores pueden influir, entre ellos:

  • Anomalías genéticas
  • Disfunción del sistema inmunitario - Perros con sistema inmunitario debilitado
  • Los sistemas inmunitarios parecen estar en mayor riesgo.
  • Infección viral
  • Contaminación ambiental con herbicidas
  • Exposición a campos magnéticos

Como se mencionó anteriormente, el linfoma puede presentarse en perros de mediana edad y mayores, sin predilección por sexo. Algunas razas parecen ser más propensas a padecerlo (por ejemplo, labradores retriever, golden retriever, pitbulls y sus cruces).

Síntomas y señales de alerta temprana

primeros síntomas comunes

La detección precoz del linfoma en perros suele ser difícil debido a que la enfermedad presenta inicialmente signos vagos o sutiles. Con frecuencia, el diagnóstico es incidental, durante revisiones veterinarias rutinarias al observarse ganglios linfáticos inflamados, incluso si el perro parece sano. Por ello, el signo clínico precoz más común es la inflamación visible de los ganglios linfáticos, que son firmes e indoloros. Los ganglios linfáticos que se inflaman con mayor frecuencia son los del cuello, debajo del mentón, en las axilas, la ingle o detrás de las rodillas. Los perros también pueden presentar los siguientes signos en la fase inicial:

  • Disminución del apetito
  • Ligera pérdida de peso
  • Letargo
  • Fiebre

Estos signos clínicos son inespecíficos y pueden confundirse con otras enfermedades.

Además, los signos clínicos pueden variar según la localización del linfoma (por ejemplo, en el linfoma intestinal pueden presentarse vómitos, diarrea o estreñimiento). Dado que los síntomas iniciales suelen ser inespecíficos, las revisiones veterinarias periódicas y la vigilancia de cambios sutiles son esenciales para un diagnóstico precoz.

Cambios de comportamiento en perros con linfoma

Al igual que con los primeros signos clínicos, los cambios de comportamiento son inespecíficos. Sin embargo, puede que observe lo siguiente:

  • Disminución de la actividad
  • Reticencia a jugar o hacer ejercicio
  • Fatiga: esto puede provocar que los perros sean menos sociables o se aíslen.
  • interacciones que antes disfrutaban.
  • Dormir en exceso
  • Cambios en el apetito: muchos perros pueden perder el interés por la comida.
  • Inquietud (debido al dolor o malestar, en casos más avanzados de linfoma)
  • Un perro que normalmente te recibe con entusiasmo puede volverse retraído o menos receptivo.

Debido a que estos cambios de comportamiento pueden ser sutiles o graduales, los dueños deben prestar atención a cualquier cambio inusual en la rutina o el comportamiento normal de su perro y consultar a un veterinario si surge alguna inquietud.

¿Qué puede confundirse con un linfoma?

Debido a que el linfoma puede confundirse con otras afecciones, su diagnóstico es difícil. El agrandamiento de los ganglios linfáticos puede ser el resultado de infecciones (bacterianas o fúngicas), trastornos del sistema inmunitario u otros tipos de cáncer ( tumores de mastocitos o sarcoma histiocítico ).

En el caso del linfoma alimentario, síntomas como vómitos o diarrea pueden confundirse con enfermedad inflamatoria intestinal o intolerancia alimentaria, por ejemplo.

Dado que los signos clínicos del linfoma pueden confundirse con los de otras enfermedades, el diagnóstico de este cáncer requiere pruebas especializadas, como biopsia o inmunohistoquímica. Además, es fundamental una evaluación veterinaria oportuna para diferenciar el linfoma de otras afecciones y garantizar el tratamiento adecuado.

Herramientas de diagnóstico y pruebas

Para diagnosticar un linfoma en perros, su veterinario realizará una evaluación clínica completa junto con pruebas de laboratorio. La evaluación clínica suele incluir:

  • Examinar la boca, los ojos, las orejas, la piel y el pelaje
  • Escuchar el corazón y los pulmones
  • Palpar los ganglios linfáticos para comprobar si están agrandados.
  • Evaluación del sistema nervioso
  • Evaluación de la pérdida de peso
  • Preguntar sobre los signos clínicos actuales (p. ej., letargo, vómitos, diarrea).

Como se mencionó anteriormente, los signos clínicos del linfoma en perros no son específicos y se confunden fácilmente con otras enfermedades. Por lo tanto, se requerirán pruebas adicionales para un diagnóstico certero.

Para diagnosticar el linfoma en perros, los veterinarios suelen comenzar con procedimientos mínimamente invasivos, como la punción aspirativa con aguja fina (PAAF) de un ganglio linfático agrandado o de un órgano afectado. Este procedimiento permite obtener células que posteriormente se examinarán al microscopio (examen citológico). Si los resultados no son concluyentes, el veterinario recomendará una biopsia (extracción de una muestra de tejido del ganglio linfático o la lesión, ya sea quirúrgicamente o mediante una aguja más gruesa para obtener células o tejido). La muestra se envía a un laboratorio para su análisis histopatológico. Este examen a menudo proporciona un diagnóstico definitivo de linfoma.

El diagnóstico del linfoma también incluye identificar si es de células B o de células T, lo cual es crucial porque influye en el pronóstico y las decisiones de tratamiento. Para un diagnóstico definitivo, el veterinario puede recomendar un examen inmunohistoquímico, citometría de flujo o la prueba PARR.

Además de estas pruebas, el veterinario puede recomendar estudios de imagen como ecografías o radiografías para determinar la localización y extensión del cáncer. Estos métodos diagnósticos son especialmente útiles en casos de linfoma interno, como en las formas mediastínica o digestiva.

Análisis de sangre rutinarios y sus limitaciones

El primer paso para evaluar el linfoma en perros son los análisis de sangre. Su veterinario normalmente solicitará un hemograma completo, un perfil bioquímico sérico y un análisis de orina.
El hemograma completo puede revelar anomalías tales como:

  • Anemia
  • Recuento bajo o alto de glóbulos blancos (leucopenia y leucocitosis, respectivamente)
  • Cambios en el recuento de plaquetas

El panel químico evalúa la función de los órganos midiendo las enzimas hepáticas, los valores renales y los electrolitos.
Un análisis de orina comprueba la salud de los riñones y la vejiga.

Los análisis de sangre rutinarios pueden ayudar a determinar el estado de salud general y sugerir la presencia de ciertas enfermedades. Sin embargo, su utilidad para diagnosticar específicamente un linfoma es limitada. A menudo, los análisis de sangre muestran alteraciones inespecíficas que pueden deberse a diversas afecciones (anemia, inflamación, infección u otros tipos de cáncer), no solo a un linfoma.
Es fundamental tener en cuenta que muchos perros con linfoma tienen Resultados normales de análisis de sangre .

Los análisis de sangre ayudan a identificar daños en los órganos o complicaciones que puedan influir en el tratamiento. Son valiosos para evaluar la salud general del perro y orientar otros diagnósticos.

Pruebas diagnósticas avanzadas:

Las pruebas diagnósticas avanzadas confirman el linfoma en perros. También permiten determinar el tipo y la extensión de la enfermedad. Estas pruebas proporcionan información detallada que los análisis de sangre y las exploraciones físicas rutinarias no ofrecen.

aspiración de médula ósea

El procedimiento consiste en extraer una pequeña muestra de médula ósea. En perros, los aspirados de médula ósea se obtienen comúnmente de la región proximal. húmero o ilion . Otros sitios en perros incluyen el esternón, las costillas y el fémur proximal, aunque la toma de muestras de la pelvis o el fémur puede ser más difícil cuando la región contiene un exceso de tejido adiposo.
Esta prueba ayuda a determinar la etapa de la enfermedad y a evaluar la capacidad de la médula ósea para producir células sanguíneas.

Inmunohistoquímica (IHC)

La inmunohistoquímica (IHC) es una técnica que utiliza anticuerpos para detectar proteínas específicas en células de linfoma en muestras de tejido. Ayuda a diferenciar el linfoma de otros tumores e identifica si el linfoma es de células B o de células T según sus marcadores. Esto es fundamental para el pronóstico y la planificación del tratamiento.

Citometría de flujo

La citometría de flujo analiza las células en muestras de fluidos (sangre o aspirado de ganglio linfático) haciéndolas pasar a través de un Se utiliza un rayo láser para detectar marcadores de la superficie celular. Esta prueba no solo confirma el linfoma, sino que también lo clasifica como de células B o de células T.

PCR para reordenamientos del receptor de antígeno (PARR)

PARR es una herramienta de diagnóstico basada en PCR que ayuda a caracterizar las neoplasias linfoides mediante la detección de reordenamientos específicos del ADN.

De acuerdo a En estudios previos , la citometría de flujo es más precisa que la PARR para determinar el inmunofenotipo al evaluar ganglios linfáticos de perros con diagnóstico previo de linfoma de células B o T. Sin embargo, si no se dispone de muestras frescas para citometría de flujo, la PARR sigue siendo una alternativa adecuada debido a su alta especificidad.

Técnicas de imagen (rayos X, ultrasonido)

Las radiografías y las ecografías abdominales son herramientas valiosas para diagnosticar el linfoma porque permiten a los veterinarios visualizar órganos internos y ganglios linfáticos que no se pueden evaluar únicamente mediante un examen físico.

Las radiografías ayudan a determinar si la enfermedad se ha extendido por todo el cuerpo y pueden revelar ganglios linfáticos agrandados en el tórax (mediastino), acumulación de líquido y afectación de los pulmones o En cuanto al examen del abdomen, la ecografía es claramente superior porque proporciona imágenes más detalladas. Sin embargo, las radiografías pueden mostrar el tamaño y la forma de los órganos o tumores/masas.

La ecografía abdominal permite a los veterinarios detectar ganglios linfáticos agrandados o anomalías en los órganos que pueden indicar un linfoma. También guía las aspiraciones con aguja fina o las biopsias, facilitando la toma de muestras de tejido mínimamente invasivas para el diagnóstico.

Si bien las pruebas de imagen por sí solas no permiten confirmar un linfoma, son esenciales para determinar la etapa de la enfermedad, identificar anomalías y controlar la respuesta al tratamiento. La radiografía y la ecografía, en conjunto con la exploración física y las pruebas de laboratorio, proporcionan una evaluación completa del estado de salud de su perro.

Estadificación y pronóstico

La estadificación del linfoma en perros es importante porque ayuda a determinar la extensión de la propagación del cáncer. Determinar la extensión de la propagación también es importante porque puede guiar el tratamiento y ayudar a estimar el pronóstico.
El linfoma en estadio inicial puede responder mejor al tratamiento, con una posible mayor supervivencia en los perros. Los estadios avanzados suelen tener un mal pronóstico y una baja tasa de supervivencia.

Las 4 etapas del linfoma en perros

La estadificación del linfoma en perros se clasifica comúnmente en cuatro estadios:

  • Etapa I: Afectación de un solo ganglio linfático o tejido linfoide en un solo órgano.
  • Etapa II: Múltiples ganglios linfáticos afectados en un lado del diafragma.
  • Estadio III: Afectación generalizada de los ganglios linfáticos a ambos lados del diafragma.
  • Estadio IV: Afectación de los ganglios linfáticos y de órganos como el hígado o el bazo.
  • Estadio V: Enfermedad generalizada que incluye afectación de la médula ósea o la sangre.

A medida que avanza la enfermedad, el linfoma se extiende, lo que dificulta el tratamiento y hace que el pronóstico sea menos favorable.

Pronóstico por estadio y factores que afectan la esperanza de vida

Como ya se mencionó, el pronóstico para los perros con linfoma varía según la etapa y otros factores.

Los estadios I y II (estadio inicial) generalmente tienen un mejor pronóstico, y algunos perros responden bien a la quimioterapia y viven durante meses. años .

Las etapas III, IV y V (etapa avanzada) indican una enfermedad generalizada, con un tiempo de supervivencia más corto para el perro afectado.

Otros factores que afectan la esperanza de vida incluyen:

  • Tipo de linfoma (linfomas de células B o de células T)
  • Edad del perro
  • salud general
  • Respuesta al tratamiento

Los protocolos de tratamiento, como la quimioterapia con múltiples fármacos (CHOP), pueden prolongar significativamente la esperanza de vida. Sin tratamiento, la supervivencia suele ser de solo unas pocas semanas (generalmente). 4-6 semanas ).

Los cuidados paliativos y la detección precoz mejoran la calidad de vida y pueden prolongar la supervivencia.

¿Con qué rapidez se deteriora la salud de los perros con linfoma?

Los perros con linfoma pueden deteriorarse rápidamente sin tratamiento. Este cáncer agresivo causa síntomas como letargo, pérdida de peso e inflamación de los ganglios linfáticos. Sin atención, los síntomas empeoran en semanas, lo que conlleva un grave deterioro de la salud. La quimioterapia puede inducir la remisión y prolongar la calidad de vida durante meses o años. El diagnóstico y el tratamiento precoces son fundamentales para frenar la progresión. Algunos tipos agresivos, especialmente el linfoma de células T, pueden empeorar más rápidamente incluso con terapia.

Opciones de tratamiento para el linfoma en perros

Linfoma en perros: Un bulldog francés está siendo examinado por un veterinario con uniforme azul.

Protocolos de quimioterapia: CHOP y otros

El protocolo CHOP es el más común para tratar el linfoma en perros. Combina cuatro fármacos: ciclofosfamida, hidroxidaunorrubicina (doxorrubicina), vincristina y prednisona. Este tratamiento combinado actúa sobre las células del linfoma de diferentes maneras. Un fármaco puede restringir el suministro de energía a las células, mientras que otro actúa simultáneamente para destruirlas antes de que se reproduzcan. Esta estrategia mejora las tasas de remisión y prolonga la supervivencia de los perros afectados. Los tratamientos con CHOP suelen durar aproximadamente [duración aproximada]. seis meses , con tratamientos administrados en ciclos para minimizar los efectos secundarios.

Cuando los perros no toleran la ciclofosfamida, se sustituye por L-asparaginasa, y el protocolo se denomina entonces LHOP. Además, Los estudios demuestran que en el linfoma multicéntrico, el protocolo de quimioterapia LHOP proporciona una supervivencia libre de progresión más prolongada y un tiempo de supervivencia global similar en comparación con el protocolo CHOP tradicional en perros.

En perros diagnosticados con El tratamiento del linfoma de células T generalmente consiste en un ciclo corto de quimioterapia. Los protocolos más utilizados son LOPP y LHOP. El protocolo LOPP incluye vincristina, lomustina, procarbazina y prednisolona.

Si bien existen dos versiones de LHOP: una combina lomustina, doxorubicina, vincristina y prednisolona, ​​y la otra reemplaza la ciclofosfamida con L-asparaginasa.

Por suerte, los perros suelen tolerar mejor la quimioterapia que los humanos y rara vez sufren pérdida de pelo o enfermedades graves durante el tratamiento. Los efectos secundarios más frecuentes son vómitos, diarrea y pérdida de apetito, aunque no todos los perros presentan estos síntomas. Cuando la quimioterapia no es una opción debido a la salud del perro o a limitaciones económicas, se puede utilizar prednisona como tratamiento paliativo para ayudar a controlar la enfermedad.

Radioterapia, incluida la radioterapia estereotáctica (SRT).

La radioterapia utiliza haces de alta energía para atacar y destruir las células cancerosas. Es más eficaz para el linfoma localizado de bajo grado. Sin embargo, la mayoría de los casos no pueden tratarse eficazmente con cirugía ni radiación.
La radioterapia tradicional se suele administrar en varias sesiones para minimizar el daño al tejido sano circundante. Los efectos secundarios pueden incluir irritación cutánea, inflamación o fatiga, pero generalmente son manejables.
Radioterapia estereotáctica ( La radioterapia estereotáctica (SRT ) es una forma de radiación más reciente y de alta precisión que administra dosis concentradas en menos sesiones. La SRT excluye el tejido sano, lo que reduce los efectos secundarios y mejora la comodidad del paciente. Es especialmente útil para tratar masas localizadas o áreas donde la cirugía no es viable.

La radioterapia puede utilizarse sola o en combinación con quimioterapia para obtener mejores resultados. La combinación de radioterapia con quimioterapia puede mejorar las tasas de remisión y prolongar la supervivencia en perros con linfoma.

Opciones quirúrgicas y cuándo aplicarlas

Dado que el linfoma suele ser una enfermedad sistémica, la cirugía rara vez constituye el tratamiento principal. Sin embargo, la extirpación quirúrgica puede considerarse en casos específicos, como cuando el linfoma se limita a un solo ganglio linfático u órgano, o para obtener tejido para el diagnóstico.

La cirugía también puede ayudar a aliviar los síntomas causados ​​por tumores localizados que presionan estructuras vitales o provocan molestias. En algunos casos, la cirugía se combina con quimioterapia o radioterapia para mejorar los resultados.

Las decisiones sobre la cirugía dependen de la ubicación, el tamaño del tumor y la salud general del perro.

Tratamientos alternativos para el linfoma en perros

Varios suplementos naturales y a base de hierbas pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico de tu perro, mejorando su capacidad para combatir enfermedades. Aquí tienes algunas opciones que vale la pena considerar:

setas Reishi

El suplemento de Reishi de Zumalka es un producto natural, rico en antioxidantes, diseñado para fortalecer el sistema inmunitario y promover la función celular saludable en mascotas, especialmente aquellas que padecen cáncer. Derivado del hongo Ganoderma lucidum , el Reishi se ha utilizado tradicionalmente en la naturopatía, la micoterapia y la medicina tradicional china durante siglos. Estudios científicos recientes han destacado sus potentes propiedades para fortalecer el sistema inmunitario.

setas cola de pavo

El suplemento Coriolus de Zumalka es una fórmula natural que contiene hongos cola de pavo ( Coriolus versicolor ), conocidos por su alto contenido en betaglucano, que apoya y estimula el sistema inmunitario. Este suplemento busca aumentar la vitalidad general y fortalecer las defensas naturales de las mascotas, en especial aquellas que luchan contra el cáncer. Los hongos cola de pavo son conocidos por ralentizar el crecimiento tumoral y ofrecer beneficios antioxidantes, inmunoestimulantes y antiinflamatorios. El Coriolus de Zumalka se utiliza comúnmente como una terapia adyuvante suave y eficaz gracias a su bajo riesgo de efectos secundarios.

setas shiitake

El suplemento SHIITAKE de Zumalka contiene setas shiitake ( Lentinus edodes ), conocidas por sus propiedades inmunoestimulantes y anticancerígenas. Ricas en betaglucanos, estas setas favorecen la muerte de las células cancerosas y refuerzan el sistema inmunitario. El compuesto activo lentinano ha sido ampliamente estudiado por sus beneficios anticancerígenos. Este suplemento también contribuye a la salud hepática y ayuda a combatir infecciones y el cáncer, convirtiéndose así en un valioso complemento para la salud de su perro.

Políporo de abedul (Fomitopsis betulina)

El suplemento PIPTOPET de Zumalka contiene Fomitopsis betulina , un hongo medicinal conocido por sus propiedades antivirales, antibacterianas, antitumorales, antiinflamatorias y antioxidantes. Reconocido por sus beneficios curativos, este hongo favorece la salud inmunológica y la recuperación. Los estudios demuestran que ayuda a los perros, incluso a aquellos con cáncer. Al combinarse con los suplementos TONICPET, mejora el flujo de oxígeno, la inmunidad, la circulación y el equilibrio del pH, creando un entorno menos propicio para el crecimiento del cáncer.

TONICPET #4 : Diseñado para mejorar la circulación de oxígeno en todo el cuerpo, TONICPET #4 apoya la producción de energía celular y ayuda a mejorar la vitalidad y la resistencia general en los perros.

TONICPET #5 : Esta fórmula se centra en potenciar la respuesta inmunitaria, ayudando a fortalecer las defensas naturales del cuerpo contra infecciones y enfermedades.

TONICPET #7 : Promueve una circulación sanguínea saludable, lo que apoya el suministro óptimo de nutrientes y oxígeno a los tejidos y órganos.

TONICPET #10 : Ayuda a mantener un equilibrio adecuado del pH dentro del cuerpo, creando un ambiente menos favorable para el desarrollo y la progresión de enfermedades.

Dieta

La nutrición es vital para los perros con linfoma. Las dietas ricas en proteínas y grasas, con menos carbohidratos, pueden ayudar a ralentizar el crecimiento tumoral, ya que las células del linfoma dependen de la glucosa. Los suplementos como los omega-3, los antioxidantes y los probióticos refuerzan el sistema inmunitario y reducen la inflamación durante el tratamiento.

Es importante adaptar la dieta a las necesidades de cada perro y controlar su peso y apetito. Consultar con un nutricionista veterinario puede optimizar la nutrición, mejorar la calidad de vida y ayudar a los perros a tolerar mejor la terapia.

Prevención del linfoma en perros

El linfoma en perros está influenciado por factores genéticos, ambientales y químicos. Si bien las causas exactas aún no se conocen con precisión, la exposición a sustancias químicas como herbicidas, pesticidas y humo de tabaco se ha relacionado con un mayor riesgo de linfoma. Ciertas razas también tienen predisposición genética. Factores ambientales como la contaminación y la estimulación crónica del sistema inmunitario pueden contribuir a su desarrollo. Las medidas preventivas incluyen minimizar la exposición a sustancias químicas nocivas, mantener una dieta saludable, realizar chequeos veterinarios regulares y reducir el estrés. La detección temprana mediante exámenes de rutina ayuda a gestionar la salud de forma proactiva. Aunque el linfoma no se puede prevenir por completo, estas medidas favorecen el bienestar general y pueden disminuir el riesgo.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Cuál es la esperanza de vida de un perro con linfoma?

La esperanza de vida de un perro con linfoma varía según el tratamiento, el tipo y la etapa del linfoma, la edad del perro y su estado de salud. Sin tratamiento, los perros suelen sobrevivir entre 4 y 6 semanas. Con quimioterapia, la remisión puede durar de 6 a 12 meses o más. Algunos perros responden bien al tratamiento y viven más de un año.

¿Con qué rapidez se deteriora la enfermedad en perros con linfoma?

Sin tratamiento, los perros con linfoma suelen deteriorarse en cuestión de semanas. Los síntomas progresan rápidamente a medida que el cáncer se extiende por los ganglios linfáticos y los órganos. La quimioterapia puede ralentizar la progresión, prolongando significativamente su calidad de vida, pero los perros no tratados se debilitan, pierden peso y desarrollan insuficiencia orgánica.

¿Cuáles son las 4 etapas del linfoma en perros?

Estadio 1: Afectación de un solo ganglio linfático.
Etapa 2: Múltiples ganglios linfáticos en un lado del diafragma.
Etapa 3: Agrandamiento generalizado de los ganglios linfáticos.
Etapa 4: Afectación del hígado y/o del bazo.
Etapa 5: Afectación de la médula ósea u otros órganos, lo que representa una enfermedad avanzada.

¿Cuándo se debe practicar la eutanasia a un perro con linfoma?

Considere la eutanasia cuando la calidad de vida se deteriore gravemente debido al dolor, la incapacidad para comer, los vómitos persistentes, las dificultades respiratorias graves o la pérdida de movilidad. La eutanasia humanitaria puede prevenir sufrimiento innecesario.

¿Cuáles son los primeros síntomas del linfoma en perros?

Los primeros signos de linfoma en perros incluyen ganglios linfáticos inflamados e indoloros, letargo, pérdida de peso, disminución del apetito y, en ocasiones, fiebre. Si hay afectación de órganos internos, los perros también pueden presentar dificultad para respirar o malestar digestivo. Los síntomas pueden ser sutiles, por lo que las revisiones veterinarias periódicas son importantes para la detección precoz.

¿Se detecta el linfoma en perros mediante análisis de sangre?

Los análisis de sangre pueden revelar anomalías como anemia, leucocitos elevados o linfocitos anormales. Sin embargo, para un diagnóstico definitivo generalmente se requiere una biopsia o citología de ganglio linfático y pruebas diagnósticas avanzadas para la fenotipificación y la estadificación.

¿Cómo saber si tu perro tiene linfoma?

El veterinario diagnostica el linfoma mediante exploración física, punción aspirativa con aguja fina, biopsia de ganglios linfáticos inflamados y estudios de imagen. Para determinar la etapa de la enfermedad, se pueden realizar análisis de sangre y un estudio de médula ósea. El diagnóstico definitivo requiere un examen microscópico del tejido linfoide.

¿Cómo se comportan los perros con linfoma?

Los perros con linfoma suelen mostrarse letárgicos (duermen todo el día, se muestran reacios a jugar), pierden el apetito y adelgazan. Pueden tener los ganglios linfáticos inflamados, pero a menudo no muestran dolor. Algunos perros se mantienen activos al principio, pero su comportamiento cambia con la progresión de la enfermedad, presentando debilidad, problemas respiratorios o digestivos.

¿Qué enfermedades pueden confundirse con un linfoma en perros?

La inflamación de los ganglios linfáticos o la presencia de masas pueden deberse a infecciones, otros tipos de cáncer (como tumores de mastocitos), enfermedades autoinmunitarias o inflamación. Es necesario realizar un diagnóstico veterinario para determinar la causa.

¿Cuál es la edad promedio a la que los perros contraen linfoma?

El linfoma afecta con mayor frecuencia a perros de mediana edad o mayores, generalmente entre los 6 y los 12 años. Sin embargo, puede presentarse a cualquier edad, incluso en perros jóvenes. Ciertas razas tienen mayor predisposición (por ejemplo, los bóxers, los golden retrievers, los pastores australianos y los huskies siberianos tienen mayor predisposición al linfoma de células T).

¿Cuáles son las señales de alerta del linfoma?

Los signos de alarma del linfoma incluyen inflamación persistente de los ganglios linfáticos, letargo, pérdida de peso, pérdida de apetito y, en ocasiones, fiebre. La detección precoz mejora los resultados del tratamiento, por lo que es fundamental controlar estos signos y realizar visitas veterinarias periódicas.

¿Cuál es la principal causa de linfoma en perros?

Se desconoce la causa exacta, pero la predisposición genética, las toxinas ambientales, la exposición a productos químicos (como herbicidas), los campos magnéticos y la disfunción del sistema inmunitario pueden contribuir.

¿Cómo se previene el linfoma en perros?

La prevención incluye minimizar la exposición a toxinas conocidas como pesticidas y herbicidas, llevar una dieta saludable, evitar el humo del cigarrillo y realizar revisiones veterinarias periódicas. Los factores genéticos no se pueden controlar, pero la detección temprana ayuda a controlar la enfermedad.

¿Qué sustancias químicas pueden causar linfoma en perros?

Exposición a Se ha relacionado el uso de herbicidas, pesticidas, productos químicos industriales y humo de cigarrillo con un mayor riesgo de linfoma en perros. Evitar estas sustancias químicas en el entorno del perro podría reducir el riesgo, aunque la relación causal definitiva aún se encuentra en estudio.

 


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Dr. Iuliana Mihai, DVM, MSc, PhD
Dr. Iuliana Mihai, DVM, MSc, PhD

Iuliana Mihai, DVM, MSc, PhD, is a Bucharest-based veterinary expert specializing in internal medicine and oncology.

Her work has been published in reputable publications such as Veterinary Medicine Journal, Catster.com, Dogster.com, Hepper.com, Meowiz.com, Springnaturals.com, Petkeen.com, and Wilderharrier.com.

She is a malpractice and negligence veterinary consultant and a graduate of The University of Agronomic Sciences and Veterinary Medicine and The Romanian Academy.

Read the complete profile of Dr. Iuliana Mihai, DVM, MSc, PhD (Veterinarian) here.


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