¿Qué es el cáncer de hígado en perros y cómo se puede tratar?
Aunque el cáncer de hígado es poco frecuente en perros, existe una pequeña posibilidad de que tu mejor amigo canino lo padezca a lo largo de su vida. Conocer los detalles cruciales sobre el cáncer de hígado en perros puede evitar que tu mascota sufra consecuencias muy graves o incluso la muerte.
Hemos preparado esta entrada de blog para informarte sobre todo lo que necesitas saber acerca del cáncer de hígado en perros, para que tengas una idea de qué debes tener en cuenta. Esto incluye una descripción general del cáncer de hígado canino, sus posibles factores de riesgo, los signos clínicos a los que debes prestar atención, cómo se diagnostica esta enfermedad y las opciones de tratamiento disponibles.
Sin embargo, queremos recalcar que esta publicación no constituye asesoramiento médico y tiene únicamente fines informativos. Además, como beneficio adicional, revelaremos nuestra opción natural favorita para cuando el hígado de tu perro se vea afectado por este grave problema de salud.
El conocimiento adecuado es fundamental en lo que respecta al cáncer de hígado en perros.
Si recientemente su veterinario le ha diagnosticado cáncer de hígado a su perro, seguramente esté preocupado y tenga muchas preguntas. En Zumalka estamos para ayudarle. También puede consultar nuestra guía completa sobre el cáncer canino para obtener más información sobre esta grave enfermedad.
Cáncer de hígado en perros en pocas palabras

El cáncer de hígado canino, también conocido como carcinoma hepatocelular, es básicamente un cáncer que afecta a las células del hígado del perro. Este grave problema de salud suele comenzar cuando los tumores malignos (o carcinomas hepatocelulares) progresan y se convierten en cáncer.
Cuando el hígado de un perro se ve afectado por cáncer, este suele afectar solo una parte o lóbulo del órgano. Sin embargo, en algunos casos, este problema de salud puede afectar todo el hígado y varias áreas del mismo. Este tipo de cáncer de hígado en perros tiende a tener un aspecto más nodular.
Es importante recordar que la mera presencia de un tumor no significa que su mascota sea susceptible al carcinoma hepatocelular canino. Para diagnosticar correctamente el cáncer de hígado, debe tratarse de tumores malignos o cancerosos, no benignos. Enseguida hablaremos de la diferencia entre ambos.
En resumen, no todos los tumores hepáticos se convierten en cáncer de hígado. Incluso la presencia de tumores hepáticos de gran tamaño no implica necesariamente que se transformen en carcinomas hepatocelulares tarde o temprano.
¿Un tumor hepático es lo mismo que un cáncer de hígado en perros?

La respuesta corta es no.
A diferencia de lo que muchos creen erróneamente, los términos «cáncer de hígado» y «tumor hepático» no son intercambiables, ya que se trata de problemas de salud completamente distintos . Sin embargo, es posible que un tumor progrese a cáncer si el primero es maligno.
Cuando se habla de cáncer de hígado en perros, se refiere a la división y proliferación descontrolada de células anormales. En cambio, un tumor hepático se relaciona con el crecimiento irregular de tejidos, lo que conlleva la formación de masas también llamadas neoplasias o nódulos.
Tumores hepáticos benignos frente a tumores hepáticos malignos
Tener un tumor benigno en el hígado significa que, si bien puede alcanzar un tamaño considerable en algunos casos, no se extenderá a otros órganos o partes del cuerpo. Estos órganos internos pueden incluir los pulmones, el corazón, el bazo, el tracto gastrointestinal y los riñones, entre otros.
Además, si bien la mayoría de los tumores hepáticos grandes o masivos son benignos, pueden causar problemas de salud a largo plazo, ya que pueden afectar su funcionamiento óptimo. Las irregularidades en la cantidad de enzimas hepáticas, así como las anomalías hepáticas repentinas, se consideran los signos más comunes de la posible presencia de un tumor.
Por otro lado, los tumores malignos son aquellos que contienen células tumorales agresivas y tienden a diseminarse a otras partes del cuerpo. A diferencia de los tumores benignos, estas masas se propagan y pueden derivar en cáncer de hígado.
Además, es importante señalar que el término «carcinoma hepatocelular masivo» no describe el tamaño real del tumor. Se utiliza para referirse a un único tumor intacto localizado en el hígado de un perro. Asimismo, la presencia de carcinomas hepatocelulares difusos generalmente no conlleva un buen pronóstico.
¿Qué es el cáncer primario de hígado?

Cuando se habla de cáncer de hígado primario, se refiere al primer crecimiento anormal o presencia de cáncer en el hígado de un perro antes de que haya progresado a metástasis. Por lo tanto, los cánceres metastásicos localizados en otras partes del cuerpo, fuera del hígado, no pueden considerarse cáncer de hígado primario ni carcinoma hepatocelular primario.
Cabe destacar que el cáncer primario de hígado no puede considerarse metastásico, ni viceversa. Asimismo, los tumores cancerosos que se encuentren dentro del hígado se consideran cáncer primario de hígado.
¿En qué se diferencia del cáncer de hígado metastásico?
El carcinoma hepatocelular primario se diferencia de su contraparte metastásica en que esta última ya se ha extendido a otras partes del cuerpo. Además de alterar significativamente la función hepática del perro, el cáncer metastásico también puede afectar los ganglios linfáticos y provocar coágulos sanguíneos no deseados, entre otras complicaciones.
Otros tipos de cáncer metastásico que pueden conducir al carcinoma hepatocelular
Se ha observado que los siguientes tipos de cáncer metastásico pueden causar carcinoma hepatocelular en caninos:
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carcinoma de las vías biliares
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tumores de mastocitos
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Cáncer de páncreas
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carcinoma intestinal
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carcinoma mamario
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sarcoma mesenquimal
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sarcoma de células transicionales
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Tumor neuroendocrino maligno
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cáncer de tiroides
Es crucial tener en cuenta, sin embargo, que independientemente de si se trata de carcinoma de las vías biliares, tumor de mastocitos, cáncer de páncreas, carcinoma intestinal, carcinoma mamario, tumor mesenquimal, sarcoma de células transicionales, tumor neuroendocrino maligno o incluso cáncer de tiroides, se requiere atención veterinaria inmediata .
¿Qué causa el cáncer de hígado en los perros?
A pesar de los avances logrados en la medicina veterinaria moderna, aún se desconoce la causa exacta del cáncer de hígado canino. Los estudios demuestran que existen numerosos factores genéticos y ambientales a tener en cuenta.
Queremos recalcar que la mayoría de los tumores son benignos (no cancerosos y no se diseminan), mientras que la mayoría de los tumores hepáticos en perros son malignos (cancerosos y pueden diseminarse). Por ello, es fundamental diagnosticar el cáncer de hígado en cuanto se observen signos de anomalías hepáticas.
En los perros se han identificado cuatro tipos de tumores hepáticos (cada uno correspondiente a una región diferente del hígado afectada): tumores hepatocelulares, tumores de las vías biliares, tumores neuroendocrinos (carcinoides) y sarcomas primarios. ¿Qué hace que el hígado de un perro sea canceroso? Se produce cuando las células cancerosas ya se han extendido considerablemente.
Los carcinomas hepatocelulares (CHC) son los más frecuentes en perros. Generalmente se presentan como un tumor grande y único en el hígado. Suelen afectar a todo el hígado y se caracterizan a menudo por una disfunción hepática repentina o por hepatomegalia, según la extensión del daño causado por las células cancerosas.
Factores de riesgo del carcinoma hepatocelular canino
Aunque ya hemos recalcado que aún se desconoce la causa exacta del cáncer de hígado canino, existen algunos factores de riesgo que se barajan como posibles vínculos con esta grave enfermedad. Analicémoslos en esta parte de nuestra conversación:
Edad
Debido al debilitamiento de su sistema inmunitario , los perros mayores son más propensos a sufrir disfunción hepática y carcinomas hepatocelulares. Estos pueden derivar en cánceres primarios de hígado o carcinomas hepatocelulares masivos. Si bien los perros mayores son más propensos al cáncer de hígado, los perros jóvenes también pueden padecer esta enfermedad.
Factores dietéticos y ambientales
Problemas relacionados con el cáncer de hígado, como tumores difusos y carcinomas de las vías biliares, pueden deberse a una dieta inadecuada y a la exposición a sustancias químicas nocivas. Estos factores afectan principalmente a los perros jóvenes, cuyo sistema inmunitario aún no está completamente desarrollado.
Herencia y raza
Lo alarmante del diagnóstico de cáncer de hígado es que puede afectar a cualquier raza. Además de razas medianas y grandes como el pastor alemán, esta grave enfermedad también puede afectar a razas más pequeñas como el pomerania y el carlino.
Síntomas comunes del carcinoma hepatocelular en perros
Aunque los síntomas pueden variar y algunos perros son asintomáticos (es decir, no presentan síntomas), existen algunos signos de cáncer de hígado en perros —así como en la mayoría de los tumores hepáticos— que puede vigilar en su mascota:
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Letargo
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Pérdida de peso (también suele observarse ictericia)
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Diarrea
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Aumento de la sed y de la micción
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Ictericia (coloración amarillenta de la piel y/o los ojos debido a que los vasos sanguíneos del hígado se ven afectados)
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Agrandamiento del hígado
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Episodios recurrentes de dolor abdominal
Atención: estos síntomas de cáncer de hígado en perros no son exclusivos.
Si observa la aparición repentina de ciertos síntomas como debilidad, colapso o letargo, debe llevar a su perro al veterinario de inmediato. La mayoría de los perros presentan síntomas de enfermedad hepática al momento del diagnóstico.
Y nunca ignores el dolor abdominal constante. Los síntomas del cáncer de hígado pueden parecerse a los de problemas de salud comunes, lo que hace que esta enfermedad sea bastante alarmante. Un componente clave para ayudar a tu perro a superar este problema de salud es la detección temprana. ¡Estas masas se propagan muy rápidamente si no se tratan!
Dado que la mayoría de los tumores hepáticos son metastásicos, esté atento a la aparición de cualquiera de los síntomas comunes mencionados anteriormente si su cachorro ha sido diagnosticado con cáncer en el pasado. Esto podría indicar que el cáncer se ha extendido al hígado.
Una vez más, queremos recalcar la importancia de consultar con un experto en bienestar animal o un veterinario tan pronto como note síntomas de cáncer de hígado.
¿Cómo se diagnostica el carcinoma hepatocelular?
El procedimiento más común para el diagnóstico del cáncer de hígado es la punción aspirativa con aguja fina (PAAF). Consiste en extraer directamente una muestra del tumor o del presunto cáncer del perro. Un procedimiento similar a la PAAF es la biopsia.
Otros procedimientos utilizados en el diagnóstico del cáncer de hígado incluyen la ecografía abdominal, pruebas de diagnóstico por imagen, hemograma completo y otras pruebas similares para llegar a un diagnóstico preciso. En ocasiones, estos procedimientos se combinan, como en el caso de las pruebas de diagnóstico por imagen con radiografías.
Cáncer de hígado en perros: esperanza de vida
Probablemente te estés preguntando: ¿cuánto tiempo puede vivir un perro con cáncer de hígado? Desafortunadamente, no hay una respuesta definitiva.
La esperanza de vida depende de varios factores, como la gravedad, el tamaño y el tipo de tumor. Lamentablemente, los tumores metastásicos en el hígado suelen tener un pronóstico reservado (entre 3 y 6 meses, según el perro) y son más difíciles de tratar.
Los tumores hepáticos primarios, como los carcinomas hepatocelulares (CHC), que se presentan como una sola masa, generalmente son más fáciles de tratar, con un buen pronóstico y un menor riesgo de propagación a otras áreas del cuerpo.
Opciones de tratamiento convencionales para el carcinoma hepatocelular canino
Las opciones convencionales más comunes para esta enfermedad son la extirpación quirúrgica, la quimioterapia y la radioterapia. Estas opciones pueden incluso combinarse en algunos casos, dependiendo de la extensión de la enfermedad.
Sin embargo, queremos dejar muy claro que existen algunos efectos secundarios adversos que su perro puede experimentar durante estos tratamientos. Estos incluyen letargo, llagas en la boca, vómitos y náuseas, además de diarrea y estreñimiento .
¿Existen opciones de tratamiento naturales?
La respuesta es sí.
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